Preservar el activo fijo productivo, reducir su depreciación física y prolongar el momento de su renovación.
Evitar las paradas imprevistas, no programadas de la producción.
Eliminar las mermas y los productos defectuosos, para preservar la calidad del proceso.
Eliminar los daños consecuenciales de las averías de las máquinas, en la máquina en sí y en sus sistema, en el proceso de transformación y en el personal que las opera.
Eliminar los altos costos de las reparaciones ocasionadas por las averías.
Reducir los altos costos de los excesivos inventarios.
Reducir los costos de servicios de terceros, mediante un uso eficiente del escaso y valioso recurso humano propio.
Reducir los costos de energía por pérdidas en los sistemas o por el mal uso operativo de las máquinas.
Mantener la disponibilidad de los sistemas y sus máquinas en apoyo al proceso productivo.